La propuesta de mejora de las condiciones de trabajo en la lavandería del Hospital de Denia fue el detonante de los comportamientos inadecuados de Salvador Abela, director de Ilunion lavanderías. La empresa pertenece al grupo empresarial Ilunion, dependiente de la fundación ONCE.
Las condiciones de trabajo en Ilunion lavanderías son claramente mejorables. Y mucho. Salarios que no superan el mínimo interprofesional, trabajo de lunes a domingo, descanso semanal irrisorio y por debajo del estipulado en el Estatuto de los Trabajadores, incumplimientos en materia de riesgos laborales, y un largo etcétera. El grupo Ilunion de la ONCE se publicita en sus medios de propaganda como «un modelo de sostenibilidad basado en la ética», pero la realidad que se vive en sus puestos de trabajo es insostenible y carece de ninguna ética.
Con el objetivo de darle la vuelta a esta situación, se constituyó una sección sindical de la CNT-AIT de la Marina Alta en la lavandería. El compañero que fue nombrado delegado de la sección por acuerdo de la asamblea comenzó a dar la cara ante la empresa para reivindicar pequeñas mejoras que toda la plantilla estaba deseando: contrato indefinido para toda la plantilla, tres fines de semana libres al mes, conciliación familiar, nuevas contrataciones para aliviar la sobrecarga de trabajo o el establecimiento de un plus de peligrosidad por el riesgo bacteriológico que conlleva manipular la ropa sucia del hospital. Y, por supuesto, el respeto escrupuloso de los escasos derechos reconocidos en el convenio colectivo.
Pocos días después de publicar la tabla reivindicativa, con el gallinero revuelto, obteníamos una pequeña victoria: la empresa se comprometía al pago de un plus por el contacto con la ropa sucia, pero atribuía su logro al comité de empresa, que jamás defendió esta medida hasta que la sección anarcosindical la exigió.
Al mismo tiempo, la directiva de la compañía presentaba un nuevo documento en el que exigía a las trabajadoras y trabajadores que firmaran todos los días un escrito indicando si sus tareas habían quedado finalizadas. Nuestro compañero se negó a firmar este documento, explicando que muchas de las tareas son imposibles de finalizar en la jornada establecida, de manera que sólo quienes hacen horas extras, supuestamente voluntarias, pueden acabarlas.
La inexplicable respuesta del director de la empresa fue la convocatoria de una reunión con toda la plantilla con el único objetivo de desprestigiar a nuestro compañero.
Durante la reunión no paró de levantar la voz y dirigirse despectivamente al delegado de la sección sindical cenetista con un comportamiento amenazante, difamatorio, y claramente discriminatorio por motivo de su acción sindical.
Incluimos aquí algunos ejemplos de los intolerables comentarios de Salvador Abela, transcritos literalmente:
– “Eso es potestad de la empresa. ¿Lo entiendes? PO-TES-TAD DE LA EM-PRE-SA.”
– «Hay gente que le es fácil escribir mierda.”
– “A ti no te ha elegido nadie. Y si te ha elegido alguien de la CNT, te vas a la CNT.”
– «Como tú sigues mandando cartas, yo voy a empezar a mandar cartas a jurídico. Y jurídico que haga lo que tenga que hacer. ¿Lo tienes claro?»
– “Pero tú sigues dando por culo. Porque esto es dar por culo. Entonces como tú sigues dando por culo, pues bueno, yo ya te digo que Ilunion es más grande que tú.”
– “El trabajo que hace un operario en ocho horas él necesita catorce.”
– “En la actitud en que estás, desde luego no te voy a tener en cuenta.”
– “Aquí no se ha conseguido nada por tu… Tú lo único que estás es tocando los cojones. No estás haciendo otra cosa.”
– “Y si no puedes librar los sábados pues no libres. Que no te corresponde.”
– “¿Lo tenemos claro, no? ¿Me estás oyendo?”
– “Esos panfletos revolucionarios que traes.”
– “Para que una persona que creía que era buena persona esté haciendo esto.”
– “Delegado sindical serás de CNT pero aquí no eres nadie.”
– “Nadie te ha nombrado santo pontífice ni cosas de estas.»
Frente a esta sinrazón, el sindicato libertario ha decidido responder intensificando la acción directa y la solidaridad con la sección sindical de Ilunion lavanderías. Por otro lado, se ha dado parte de lo ocurrido a la Inspección de Trabajo y a Alberto Durán López, presidente del grupo Ilunion y vicepresidente de la fundación ONCE. Hasta ahora no hemos obtenido respuesta…
BASTA DE EXPLOTACIÓN Y REPRESALIAS EN LAS EMPRESAS DE LA ONCE